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Visitar Roma en 4 días: El itinerario perfecto

por Judith Bello | 19 de noviembre de 2020
El Panteón de Agrippa

¿Son suficientes 4 días para ver Roma y todos sus atractivos? Lo que sí te puedo asegurar es que 4 días son más que suficientes para enamorarse de esta preciosa ciudad. En este artículo te acompañaremos a través de las calles y monumentos de la ciudad eterna, cuna de la civilización occidental y lugar de obligada visita para todo viajero que se precie.

Roma es una ciudad llena de atractivos, así que si decides recorrerla caminando puedes estar seguro de que no te aburrirás. Si quieres optimizar tu tiempo y acceder al mayor número de visitas posibles en 4 días, puedes hacerte con la Roma pass o la Omnia card, dos tarjetas que te darán acceso a los transportes públicos y a entradas a los monumentos más emblemáticos de la capital italiana.

Primer día en Roma

Dentro de Roma se encuentra el país más pequeño del mundo: estamos hablando de El Vaticano. Dentro de sus fronteras se esconden algunos de los mayores tesoros de la civilización moderna. Visitar el Vaticano y sus alrededores puede ocupar gran parte de tu primer día en Roma, pero la apuesta merece la pena. Estos son los lugares que debes visitar en el país de la “Santa Sede”:

  • La Plaza de San Pedro, famosa por su capacidad para albergar cerca de 300.000 personas y por ser el lugar en el que el Papa se reúne con sus fieles. En la Plaza de San Pedro hay un obelisco de 25 metros traído desde el Antiguo Egipto, y mires hacia donde mires encontrarás unas vistas espectaculares.
  • La Basílica de San Pedro: es una impresionante obra arquitectónica de más de 200 metros de largo y casi 150 metros de altura. Sean cuales sean tus creencias religiosas, vale la pena visitar este edificio o contemplarlo desde el exterior.
  • Museos del Vaticano: en los alrededores de la Basílica de San Pedro se encuentran una serie de museos que esconden los mayores tesoros artísticos de Roma, entre los que destaca por encima de todos la famosa Capilla Sixtina.

Estos son varios de los atractivos que te encontrarás en el Vaticano, junto con otros como los Jardines Vaticanos o el Castillo de Sant Angelo. Esta visita ocupará varias horas de tu primer día en Roma, así que lo mejor que puedes hacer para relajarte y recuperar energías es visitar uno de sus típicos “ristoranti” y descubrir las mejores pizzas, platos de pasta y helados del mundo.

El foro romano y la ciudad moderna de Roma

Segundo día: la Antigua Roma, epicentro del Imperio Romano

En Roma se encuentra buena parte del legado de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. Muchos de estos tesoros se encuentran todavía en pie y están situados en un radio muy cercano, por lo que puedes ocupar tu segundo día en la capital transalpina recorriendo las ruinas de su poderoso Imperio.

El Coliseo Romano es una de las 7 maravillas del mundo moderno y un emplazamiento declarado como Patrimonio de la Humanidad. Con esta presentación poco más hay que comentar. Visita obligada para revivir todas esas escenas de gladiadores que tantas veces hemos visto en el cine y que reunían a los habitantes de la ciudad en uno de los espectáculos más populares de la historia.

Otro de los atractivos de la Antigua Roma era su Circo, en el que también se celebraban espectáculos tan representados en las películas como las carreras de cuadrigas. Para conocer el día a día del Imperio Romano hay que visitar su Foro, en el que te encontrarás monumentos tan emblemáticos como La Curia Romana o el Templo de Julio César.

Si quieres sentirte como un Emperador Romano puedes subir hasta el Palatino, donde disfrutarás de unas privilegiadas vistas de la Roma Antigua y podrás caminar por las ruinas del Palacio Domus Flavia.

Para completar tu segundo día en Roma y aprovechando que te encuentras en la parte antigua, puedes disfrutar de una de las vistas más impresionantes de la ciudad acercándote al Altar a la Patria. No olvides recargar tus fuerzas en alguno de los restaurantes de la zona y probar la deliciosa selección de cafés preparados al más puro estilo italiano.

El Arco de Tito y el Coliseo al atardecer

Tercer día: el centro de Roma

Suponemos que a estas alturas tu corazón ya habrá sido conquistado por la belleza de la capital italiana, y puede que también por alguno o alguna de sus elegantes y atractivos habitantes. En este tercer día en Roma te acompañaremos por la zona centro, un lugar repleto de plazas, fuentes y monumentos, que conforman uno de los museos al aire libre más bonitos de Europa.

La mejor forma de disfrutar de esta zona es pasear relajadamente por sus calles y pararte cada vez que lo necesites para tomarte un descanso o disfrutar del entorno. Los emplazamientos más recomendables de la zona centro romana son:

  • La Plaza Navona, rodeada de hermosos edificios y espectaculares fuentes.
  • La Plaza Campo dei Fiori, sede de un animado mercado en el que se levanta un monumento al filósofo y astrónomo Giordano Bruno, ejecutado por defender a la razón contra el pensamiento religioso de la Edad Media.
  • La Plaza de Venecia, presidida por el Monumento Nacional a Victor Manuel II en el que se encuentran los restos del Soldado Desconocido.
  • La Fontana di Trevi, el lugar en el que los viajeros tiran sus monedas al agua. Uno de los sitios más visitados de Roma que se convierte en un espectáculo de luces cuando llega la noche.
  • La Plaza del Popolo, lugar donde se encontraba la puerta de entrada a Roma. Un gran obelisco egipcio ocupa el espacio central de la plaza. Subiendo unas cuantas escaleras se puede disfrutar también de una hermosa vista de la ciudad.

Otro de los atractivos del centro de Roma es Villa Borghese, un espacio con preciosos jardines adornado con elegantes esculturas, fuentes y un pequeño museo.

Como broche final te invitamos a degustar una tabla de quesos y embutidos en algún rincón idílico de esta zona de la ciudad.

La Fontana di Trevi en Roma

Último día: el Trastevere, un final perfecto para tu visita a Roma

El Trastevere es uno de los barrios más bonitos de Roma. Esta zona de la ciudad tiene enamorados tanto a los turistas como a los habitantes de la capital italiana. La visita al Trastevere será el final perfecto para nuestro viaje.

Para optimizar tu visita al Trastevere puedes empezar subiendo a la Colina del Gianicolo. Desde su terraza podrás contemplar Roma en todo su esplendor y planificar tu bajada hacia el barrio de Trastevere.

Durante el recorrido de descenso te irás encontrando con diferentes escenarios como el Templete de Bramante o la Plaza de Santa Cecilia. La parte baja del barrio de Trastevere es la zona más famosa y característica. Sus calles están adornadas por la naturaleza, que se abre paso entre las piedras, las ropas secándose al sol de lado a lado de la calle y la mezcla de turistas y nativos en un entorno digno de película.

No puedes dejar de visitar cualquiera de los locales de restauración del barrio de Trastevere y degustar alguna de sus delicias. Para completar la visita, puedes acercarte a la Iglesia de Santa Maria de Trastevere y al Museo de Roma, en el que se exponen piezas representativas de la vida del barrio en el siglo XVIII. El Puente Sisto te dará la despedida del barrio de Trastevere con la seguridad de que volverá a verte muy pronto.

El río Tiber y la Basílica de San Pedro por la noche

Nos despedimos de Roma con el compromiso de que volveremos algún día para visitar todos esos lugares que hemos tenido que descartar. Cuando le damos la vuelta a su nombre, Roma se convierte en Amor. Y eso es precisamente lo que vas a experimentar en la capital de Italia: amor por su historia y sus monumentos, por sus plazas, por sus barrios, amor por la calidez y cercanía de sus gentes y amor por su gastronomía.